Neby del Rosario Castro Martínez
Lic. Neby Castro Martínez |
La
lectura es una actividad poco desarrollada en los jóvenes, a pesar de que ellos
mismos, reconocen sus carencias en comprensión lectora y las implicaciones que
tiene dicha falta de competencias en los resultados de sus aprendizajes.
Recientes
estudios indican que las dificultades en los procesos de comprensión de lectura
se evidencian en todos los niveles, desde la Básica Primaria hasta el nivel
superior, debido a la poca experimentación, difusión e implementación de
estrategias didácticas que favorezcan el desarrollo de los procesos
comprensivos de los estudiantes. En virtud de lo anterior, los docentes de la
Básica Primaria se han limitado, por ejemplo, a pedir a sus estudiantes la
elaboración de resúmenes para evaluar la comprensión del texto; pero en muchos
casos estos desconocen la manera de elaborarlos, e incluso, los mismos docentes
no poseen conciencia de las estrategias que se siguen dentro del aula para
ayudarles a construir las macro reglas que les permitan cumplir con su propósito.
Es lamentable que no se haya profundizado lo suficiente sobre el problema de la
enseñanza de la comprensión lectora en el aula y cuando se ha hecho ha sido de
una manera tangencial; evidenciando dos problemáticas con relación al rol
docente.
En
primer lugar, el poco acercamiento por parte del docente a otras estrategias
que permitan elevar el nivel de la competencia lectora en sus estudiantes. En
segundo lugar, el temor que le produce explorar otras estrategias que exigen un
grado mayor de acompañamiento al educando y, por qué no decir, de conocimiento
por parte de quien orienta los procesos lectores. Esta situación se acentúa
debido al esfuerzo que se hace por mejorar la comprensión lectora sólo desde la
utilización de textos narrativos; por lo cual la elaboración de resúmenes, la
respuesta a algunos interrogantes y la realización de recuentos,
principalmente, se ha realizado con esta tipología textual, pasando por alto la
existencia de otras tipologías como la informativa y la argumentativa,
siendo esta última la más ignorada,
igualmente asequibles a los estudiantes y en sí al contexto escolar y social en
general.
Una razón que podría explicar, aunque no justificar
en la actualidad estas prácticas, es el enfoque prescriptivo utilizado por la
mayoría de las instituciones educativas para la enseñanza de las diferentes
asignaturas, esto sin ignorar la apertura que muchas de ellas han hecho para
implementar nuevos enfoques como el constructivista. Como se puede apreciar el
desarrollo de estrategias de comprensión de los textos argumentativos que permiten
desarrollar la capacidad crítica y el pensamiento autónomo de los estudiantes
desde las edades más tempranas, antes de su ingreso al bachillerato o la
universidad, que es donde de manera tardía se les propone estrategias que
favorezcan la discusión y el análisis frente a un discurso de cualquier tipo.
Esto permite deducir que en los niños está
latente esa capacidad cognitiva y lingüística para interpretar y comprender
textos argumentativos, lo cual es enriquecido con las experiencias, las
vivencias en su contexto social y los saberes previos, entre otros elementos.
Con respecto a la activación de los conocimientos previos, Smith (1989, p. 52) la estudia en detalle y la considera
fundamental para la comprensión del texto pues, según él, se trata de “la
información que ya posee nuestro cerebro y que es relevante para el lenguaje y
para el tema de la lectura que vamos a realizar [...] es cualquier cosa que
puede reducir el número de alternativas que el cerebro debe considerar cuando
leemos”. Van Dijk y Kinntsch (1983), Nickerson, Perkins
y Smith (1990) postulan que las estrategias de lectura pueden ser enseñadas
ya que se desarrollan por medio de la práctica y se adquieren y se desarrollan
a través del tiempo.
En el
momento en que cualquier sujeto ingresa al mundo escolar, nos encontramos con
dos procesos que van ligados uno al otro, el proceso de aprender a leer y
escribir, y es a través de ese proceso y al avanzar en la adquisición de
conocimientos que podemos llegar a comprender, que el medio de comunicación más
efectiva para adquirir cualquier tipo de conocimiento en un principio es el de
la lectura, y es allí en donde se debe adquirir una formación que nos permita
una mayor eficacia en los procesos de comprensión. Como lo afirma Cassany
(2009) “Comprender
requiere construir el contenido, pero también descubrir el punto de vista o los
valores subyacentes (la ideología)”.
Llegar a comprender el texto es también llegar
a las profundidades de su contenido, a la mente y el corazón del autor, sus
motivaciones e intenciones, y para llegar a este proceso de comprensión es
obvio que tengamos que interrogarnos acerca de que tenemos que hacer para
lograrlo, que técnicas se pueden usar para una comprensión más rápida y crítica,
que estrategias se pueden utilizar, a que niveles de comprensión tengo que
llegar para poder adquirir conocimiento a través del análisis del texto, son
estos interrogantes los que se trataran de despejar en el presente escrito.
Como dice (Smith, 1994; Cassany, 2004; 2006), la
lectura crítica es una disposición, una inclinación de la persona a tratar de
llegar al sentido profundo del texto, a las ideas subyacentes, a los
fundamentos y razonamientos y a la ideología implícita, para considerar
explicaciones, alternativas y a no dar nada por sentado cuando podría ser
razonable ponerlo en duda.
Para
iniciar debemos distinguir el proceso normal y los participantes en la lectura
y en la escritura, en donde se tiene un escritor, que es aquel que enuncia o
emite mensajes, a través de un texto que logra desarrollar un tema con una
fuerza intencional y por último está el lector que es aquel que recibe el
mensaje, identifica la información la analiza y la comprende. De acuerdo con Goodman (1996), la comprensión lectora es un
proceso a lo largo del cual el lector va construyendo el significado del texto.
Los
pasos más importantes que comprende un acto de lectura son: Reconocimiento
global del texto, tanto del autor como del texto y sus características ; la
descodificación primaria; identificación de letras y signos en el texto ;la
interpretación del contenido, la cual transforma los signos y los lleva a poder
secuenciar las ideas del texto, reducir y organizar la información, construcción
de síntesis o mapas mentales, recuperar y reproducir el texto de la visión,
pues de esta depende el proceso de lectura, el tipo de luz con la que se esté
leyendo, la psicología del lector, los grados de percepción de este, el
temperamento, las actitudes y la motivación.
Por
consiguiente, existen diferentes factores internos como externos que pueden
influir en el proceso de comprensión lectora, estos pueden ser derivados del
escritor, pues si sabemos el contexto del autor podemos comprender el contexto
de la obra, estos podrían abarcar los campos de experiencia del autor, los
factores cognitivos como el temperamento o las motivaciones, el propósito y la
intención con la que escribe, sus puntos de vista, los factores relacionados
con el texto, es decir todo lo que rodea el texto, su tema, genero, tipo de
escrito, la estructura o secuencia,
coherencia, el lenguaje, entre otros.
Por
otra parte, los factores relacionados con el lector que reúne características
como condiciones. Estos derivados de condiciones técnicas, como el desarrollo
de habilidades lectoras factores ambientales, realización de la lectura en un
ambiente físico y social agradable y elementos básicos de apoyo para la
comprensión lápiz, PC, internet, ventilación, silencio.
Cuando
se han tenido en cuenta los factores anteriormente nombrados podemos pasar a la
fase de realización de una lectura como son: realizar una prelectura, se conoce
la calidad del texto, autor edición, tabla de contenido, todo lo que nos da una
visión global del texto. Realizar la lectura central del texto, leemos,
subrayamos, hacemos preguntas, esquemas todo lo que nos acerca a la comprensión
del mismo. Realizar la pos-lectura, es aquí donde sabemos si comprendimos la
lectura y es a través de la evaluación que podemos saber si hubo una
consistencia y coherencia que nos llevó a la comprensión, si la lectura se
ajusta a la realidad, si tenía una relación lógica de las ideas. De allí que si
sabemos cuáles son los pasos que debemos seguir para la comprensión de las
lecturas, los factores que influyen en esta y cuáles son las fases que se deben
cumplir para la comprensión, podemos entonces pasar a comprender que
estrategias se deben seguir para la comprensión lectura y el análisis de los
textos escritos.
Esto es muy cierto, tanto los maestros deben aplicar metodologías
activas, para superar el problema de la comprensión lectora en los estudiantes.
Las programaciones curriculares deben ser diversificadas de acuerdo con la
realidad del contexto y aplicarlos en el desarrollo de sus actividades de
aprendizaje. Puesto que el tipo de relación entre maestro - alumno repercute en
el interés por el estudiante, el amor a la escuela, a la lectura, a una
comprensión lectora y el comportamiento del alumno. Si el maestro muestra
interés y preocupación por el alumno y lo alienta continuamente en sus
pequeños, pero grandes progresos en el colegio y en su aprendizaje, porque éste
depende de la comprensión de la lectura, entonces será óptimo. Los docentes
deben asistir a cursos de capacitaciones para actualizar sus concepciones
acerca de los procesos de lectura y escritura y mejorar sus metodologías; los
alumnos deben poner más interés en las tareas educativas y énfasis en la
lectura.
Las condiciones de la
infraestructura influyen en el bajo rendimiento académico y por ende en la comprensión
lectora de los alumnos. Y esto resulta
determinante para que se las condiciones pedagógicas favorezcan o no el nivel
de comprensión lectora de los estudiantes.
El desarrollo de las capacidades de comprensión lectora de los alumnos
implica, que sean competentes, reflexivos, críticos, que sepan analizar
cualquier tipo de textos.
Considerando
que la lectura crítica no es algo dado, las aulas debieran convertirse en
espacios de diálogo y discernimiento más que en espacios de conferencias o
monólogos del profesor. Se debe dotar al estudiante de diversas estrategias de
lectura crítica que le permitan descubrir el punto de vista que los discursos
reflejan de la realidad, porque lo que aprendieron en la educación previa les
resulta insuficiente cuando se enfrentan al aprendizaje de las diferentes
asignaturas. CASSANY, (2001), sostiene que: la lectura es uno de los
aprendizajes más importante, indiscutidos, indiscutibles, que proporciona la
escolarización. La alfabetización es la
puerta de entrada a la cultura escrita y a todo lo que ella comporta: una cierta e importante socialización, conocimientos
e información de todo tipo. Además, implica en el sujeto capacidades cognitivas
superiores. Quien aprende a leer eficientemente desarrolla, en parte su
conocimiento. En definitiva, la lectura se convierte en un aprendizaje
transcendental para la escolarización y para el crecimiento intelectual de la
persona.
Todo lo anterior permite concluir que la lectura es un
proceso que requiere de un lector activo que se capaz de criticarla y hacer de
ella una herramienta didáctica para la construcción de sus conocimientos. Cuando
el lector cuestiona al texto y reflexiona acerca del mismo logra comprenderlo,
interpretarlo y adueñarse de él, podemos decir que hace una comprensión crítica
reflexiva del texto y una de las mejores estrategias son la lectura de textos
informativos y argumentativos que le ayudan a ampliar sus conocimientos de una
forma recreativa y a tener un mejor desenvolvimiento comunicativo en su entorno
como dice Smith "los niños
aprenden a leer leyendo”. Y, por
último, el lector con pensamiento crítico debe ser capaz de construir su
interpretación y confrontarla con la interpretación de los otros lectores, de
modo que logre penetrar hasta el sentido profundo del texto. Este proceso de
lectura crítico intertextual sí es posible implementarlo en las aulas siempre y
cuando los docentes actualicen o cambien sus concepciones caducas y lleven a la
práctica los novedosos principios teóricos psicolingüísticos y
sociolingüísticos relacionados con el acto lector.
Referencias
Bibliográficas
Cassany, D. (2001),
(2004), (2006). Tras líneas: Sobre la lectura contemporánea. Barcelona:
Anagrama.
Cassany, D.
(2004). Explorando las necesidades actuales de comprensión. Aproximaciones a la
comprensión crítica. Lectura y Vida. Barcelona, España: Anagrama.
Cassany, D.
(2009). Para ser letrados. Voces y miradas sobre la lectura. España, Barcelona:
Ediciones Paidós Ibérica S. A.
Goodman, K.
(1996). “La lectura, la escritura y los textos escritos: una perspectiva
transaccional socio-psicolingüística”. En: Textos en contexto 2: Los procesos
de lectura y escritura. Buenos Aires: Lectura y vida.
(Smith, F. 1994;
Cassany, D. 2004; 2006), Cassany, D.
(2006). Taller de textos. Leer, escribir y comentar en el aula. Barcelona,
España: Paidós
Smith, F.
(1989) Comprensión de la lectura. Análisis psicolingüístico de la lectura y su
aprendizaje. 2 ed. México Ed. Trillas.
Van Dijk y
Kinntsch (1983), Nickerson, Perkins y Smith (1990). Recuperado de Estrategias
de lectura para la comprensión de textos escritos: el pensamiento reflexivo y
no lineal en alumnos de educación superior.
Mailing Rivera Lam. Universidad de Antofagasta, Chile. Recuperado de https://studylib.es/doc/187456/estrategias-de-lectura-para-la-comprensi%C3%B3n-de-textos-escritos.