FRASE DEL DÍA: "Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción" Simón Bolívar


viernes, 19 de noviembre de 2010

Tercer puesto para José Manuel Puerta en el campeonato nacional infantil de atletismo

José Manuel
Puerta
El estudiante José Manuel Puerta Berrio del curso 8-1 de la I. E. Domingo Tarrá Guardo obtuvo el tercer puesto en la modalidad de lanzamiento de pelota, en el campeonato nacional infantil de atletismo celebrado en Medellín, durante los días 30 y 31 de octubre. José Manuel asistió al evento en representación de la liga de atletismo de Bolívar. La comunidad educativa de la INEDOTAGUA se siente honrada por el desempeño deportivo de este joven atleta y le desea mayores éxitos en sus próximas competiciones.

domingo, 14 de noviembre de 2010

EL MAR CARIBE NUNCA SE CALLA - Eloy Pereira Bossio

 EL MAR CARIBE NUNCA SE CALLA

 

Vigilo la ciudad desde la cumbre de mis sueños
y pinto el paisaje del día que está convaleciente.
  La tarde se desvanece entre los rojizos rayos de sol
cuando el mar se amamanta insaciable de la madre lluvia.
El sol se duerme placido entre los senos de las olas
y la noche llega anunciándole la quietud al transeúnte.

La vieja ciudad amurallada espera complaciente
que la agitada multitud salga por las bocas de su vientre
para desembarazarse del bullicio apurado de la gente.
Se atenúa el comercio voraz que la atraganta diariamente 
que como perro hambriento con un hueso en la garganta
cierra sus puertas lamiéndose con lastimas sus dientes,
pero en las noches… Óiganlo bien: ¡La ciudad también se vende!


Las copas de los árboles se agitan tímidamente,
la maríamulata lanza su último trino rimbombante,
el afanado alcatraz planea airoso su último intento
y entre luces artificiales la tarde agoniza lentamente.
Los balcones coloniales van recuperando su silencio,
galopean serviles los caballos impulsando las rodajas,
algunas parejas cuchichean sus amores en las esquinas
y la ciudad se va durmiendo con la nostalgia del pasado
que se hace nuevo en los brazos oscuros de la noche.

El mar va recuperando su palabra agitado por los vientos
abofeteando furioso el borde ladrón del pavimento.
Los peñascos invasores intentan resistir su rabia inusitada,
él con su ímpetu natural, ante su invasor, nunca se calla.
Sí se mantienen calladas las empalidecidas murallas
que permanecen supurando entre sus grietas el llanto
del esclavo negro africano con sus sangradas manos
que a peso de latigazos el esclavizador le fue sacando.

De las iglesias suntuosas, las cúpulas se levantan
apuñalando el espacio con sus puntiagudas cruces blancas
afiladas como las espadas homicidas que sangraron la comarca.
En otrora, el nativo fue expulsado sin sus palmeras y sus barcas
y el exterminio asesino borró sus huellas enluteciéndo sus caras
y ya no queda nada de su cultura ancestral ni de su raza
sólo una india traidora aparenta la presencia de su casta.

La vieja ciudad modernizada por los nuevos invasores
se vende en cada calle violada como una prostituta barata
y el patrimonio de la humanidad pronto será para sus hijos… ¡nada!
Falta que los últimos bohemios embriagados por su antaño
se mueran o se vayan acosados valorando con tristeza su mirada
y sus advenedizos oriundos adquieran la tarjeta a su entrada.

Mientras tanto, la mar, el mar enfurecido… ¡Nunca se calla!

 

Autor: Eloy Pereira Bossio

Cartagena de Indias, noviembre 12 de 2010